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Día de las aves: “Mundo gravera”

Si el Día de las Aves fuera precisamente un ave, aún no alcanzaría la venerable edad de Wisdom, el albatros de Laysan que a sus setenta años pasa por ser el volátil salvaje más viejo del mundo. Pero sí podría ser el alimoche Doce, del que los científicos calculan que, durante sus treinta años de vida, habría recorrido más de 166.000 km migrando anualmente entre Iberia y el Sahel, el equivalente a dar 4,15 vueltas a la Tierra. Es una marca admirable de longevidad y perseverancia, para un ave y para un Día de.

El sistema neuronal humano parece estar preparado para el reconocimiento de patrones y la simplificación de situaciones complejas. No es de extrañar que muchas veces presentemos los problemas de conservación de la biodiversidad como un mero balance entre presiones que llamamos “negativas” y “positivas”. Por el contrario, fallamos irremediablemente a la hora de predecir las repercusiones de cualquier decisión, sobre todo cuando -más allá de las evidencias del corto plazo- se generan cascadas de efectos. Los sistemas ecológicos, con múltiples interconexiones entre elementos, procesos y flujos, son proclives a padecer este tipo de consecuencias encadenadas, pocas veces previstas. Todo un “mundo” de relaciones y resultados paradójicos. Ejemplo, mundo gravera.

Túneles de nidificación de Avión zapador. (Foto: Josu Arenaza)

Las explotaciones de áridos son, básicamente, vaciados del perfil topográfico que crean paisajes agujereados, con desmontes de mayor o menor dimensión. Pero excavan sobre el freático, por lo que afloran balsas de agua, y exponen taludes verticales dejando al descubierto estratos arenosos. Para una pequeña ave colonial como el avión zapador, conocida por su peculiar actividad tuneladora para la nidificación, esta combinación de elementos de origen artificial suministró hábitats alternativos a los naturales. Y la preadaptación de los aviones hizo el resto, hasta el punto de que hoy en día, en gran parte de Europa occidental -y desde luego en el País Vasco- estos hirundínidos ya sólo crían en graveras y contextos antrópicos puros y duros.  

¿Y qué supone para el avión zapador haberse convertido en prisionero de las graveras?  A mayor activación de obras públicas y demanda de materiales, mayor creación de hábitats disponibles. Curiosa paradoja: el desarrollismo económico como propulsor poblacional del avión. Pero antes fue necesario que el hábitat primigenio, los taludes labrados por la erosión fluvial y las crecidas estacionales, pasaran al inventario de los biotopos sólo estudiables mediante fotos en blanco y negro y mapas de la era pre-digital. Generaciones de esfuerzos colectivos dedicados a estabilizar tierras agrícolas y rectificar cauces han conseguido, por más que algunas inundaciones extraordinarias aún nos sorprendan, que la dinámica hidrológica y la ecología fluvial se parezcan, en la actualidad, tan sólo remotamente a las naturales. Para observar cómo funcionan los ríos vivos, desplazando su cauce serpenteante y modelando paisajes, hay que dirigirse, por ejemplo, a Europa oriental. El Tisza, que cruza la gran llanura húngara, cercena y retranquea anualmente la orilla cóncava de los meandros mientras deposita sedimento en la orilla convexa. Miles de parejas de avión zapador, una de las poblaciones más saludables del continente, lo celebran colonizando en masa los taludes renovados y fácilmente horadables.        

Pero los aviones y otros compañeros involuntariamente atados al mundo gravera, como los chorlitejos chicos o los abejarucos, podrían acabar, en una nueva y dramática vuelta de tuerca, viéndose envueltos en una trampa ecológica. Las claves comportamentales y sociales que utilizan para identificar hábitats apropiados les pueden llevar a una interpretación engañosa si, por ejemplo, la persistencia de un determinado talud o acopio depende de una decisión humana arbitraria, condicionada a necesidades empresariales en recintos mineros. En otra encrucijada ecológica, el oportunismo de que hacen gala los aviones zapadores deberá balancearse frente a presiones tan ajenas a la conservación del patrimonio natural como la demanda de áridos, la organización del espacio industrial o la pura comodidad –filias y fobias incluidas- del gestor. Por desgracia, el avión zapador es una especie difícil de monitorizar con fiabilidad si no se emplean técnicas de censo particulares, con lo que hay un riesgo real de advertir demasiado tarde, ya como vórtice demográfico, el efecto pernicioso de esa trampa. Y mientras los participantes en esta salida de principios de octubre rumiábamos tan elaboradas consideraciones, los aviones zapadores se encontraban en realidad a miles de kilómetros, quizá en el fabuloso delta del río Senegal, superada la hostil travesía del Sáhara.

La última paradoja. En el Día de las Aves, un corzo retó al grupo exhibiendo poderío, a la carrera directo hacia nuestra posición y esquivándonos a apenas 10 m de distancia. Sólo una elevada dosis de hormonas, alentada por peleas o ansias amorosas, explicaría tal demostración de inconsciencia. O quizá fue que, simplemente, un mamífero reivindicó su cuota de protagonismo en el mundo gravera.

 

Minimaratón Ornitológico a Pie

Un año más llevamos a cabo esta actividad, que consiste en la detección, por la vista o el oído, del mayor número posible de especies de aves. Debido a las restricciones derivadas de la COVID, el grupo hubo de ser limitado a seis personas que, tras haber dejado un coche en el aparcamiento de Salburua en Arkaute, iniciamos nuestra marcha sobre las ocho de la mañana en la fuente de Orgazi, al sureste de la localidad de Aberasturi.

Comenzamos a anotar las primeras especies propias del mosaico de cultivos, bosquetes y setos de esta zona de la Llanada Alavesa cuando una gran ave negra sobrevuela nuestras cabezas para ir a posarse en un rodal de pinos cercano. ¡Un picamaderos negro! Una temprana adición a nuestra lista que nos da una inesperada alegría en esta primera parte del itinerario. Con dieciséis especies llegamos a las balsas de Aberasturi, en las que se suman las primeras especies acuáticas: somormujo lavanco, zampullín común y ánade azulón, y la primera rapaz: busardo ratonero.

De las balsas remontamos el barranco de Ortauri por las laderas de los Montes de Vitoria y, rodeando la cima del Mendigurena, bajamos entre hayas y robles a Ullibarri de los Olleros. Esta ruta por los bosques de la zona nos permite ir detectando la mayor parte de las aves forestales que buscamos, incluyendo las cinco especies de páridos. También dos picamaderos negros tamborileando a la vez, que, aunque al haber visto ya la especie no suman en el listado, resuenan de manera espectacular en estos magníficos bosques. Llegamos a Ullibarri con 34 especies y en el pueblo sumamos las aves propias de núcleos habitados, como el avión común, los gorriones común y chillón, la lavandera blanca o el colirrojo tizón.

De Ullibarri tomamos el camino que entre campos de cultivo se dirige a Monasterioguren y, tras anotar la especie número 50 (un acentor común cantando en un ribazo cubierto de matorral), tenemos la oportunidad de disfrutar largo rato del lance de caza de un águila calzada y su posterior enfrentamiento en vuelo con un macho de aguilucho pálido. Tras este momento estrella del día, giramos hacia el sur para recorrer los jóvenes quejigales de los cerros que separan las cuencas de los ríos Errekaleor y Santo Tomás. Aquí añadimos escribano cerillo, mosquitero papialbo y zorzal charlo, y bajamos a la balsa de Otazu, donde un solitario macho de ánade friso hace la especie 55.

Cerca ya el final de la ruta, atravesamos el pueblo de Arkaia para, cruzando por debajo de las vías del tren junto al río Santo Tomás, encaminarnos a Arkaute y a las balsas de Salburua. Llegamos a los humedales con 62 especies y en los setos de la entrada un bando de mitos aumenta la lista. Ya en el observatorio de Los Fresnos la riqueza en aves acuáticas de Salburua hace subir rápidamente la cuenta: cuatro nuevas especies de anátidas, tres de limícolas, garzas reales e imperiales, garcetas comunes, espátulas, carriceros, etc. etc.

Un aguilucho lagunero de camino a Las Zumas es la última especie nueva, y aquí se detiene la lista porque el observatorio no añade ninguna nueva. Así que a media tarde finaliza la actividad y los conductores nos dirigimos a recuperar los coches que habíamos dejado en Aberasturi. El número total de especies observadas es nada menos que 81, el mayor registrado en los cuatro años que llevamos organizando esta actividad. El buen tiempo, los paisajes recorridos, la variedad de aves observadas y la estupenda compañía hacen que estemos ya pensando en repetir el año próximo. Seguiremos así descubriendo la gran variedad de aves que acogen los hábitats de nuestro entorno más cercano, y aprendiendo cómo identificarlas cada vez con mayor seguridad.

Lista de especies observadas

1 Cuco común
2 Mirlo común
3 Arrendajo euroasiático
4 Verderón común
5 Curruca capirotada
6 Pinzón vulgar
7 Chochín paleártico
8 Escribano soteño
9 Picamaderos negro
10 Mosquitero ibérico
11 Pico picapinos
12 Petirrojo europeo
13 Agateador europeo
14 Vencejo común
15 Reyezuelo listado
16 Curruca mosquitera
17 Somormujo lavanco
18 Zampullín común
19 Busardo ratonero
20 Ánade azulón
21 Cuervo grande
22 Jilguero europeo
23 Pito real ibérico
24 Paloma torcaz
25 Zarcero políglota
26 Carbonero garrapinos
27 Trepador azul
28 Carbonero común
29 Zorzal común
30 Buitre leonado
31 Herrerillo capuchino
32 Carbonero palustre
33 Herrerillo común
34 Milano negro
35 Avión común
36 Cernícalo vulgar
37 Corneja negra
38 Tarabilla común
39 Gorrión chillón
40 Gorrión común
41 Lavandera blanca
42 Colirrojo tizón
43 Urraca común
44 Serín verdecillo
45 Pardillo común
46 Aguilucho pálido
47 Golondrina común
48 Lavandera boyera
49 Escribano triguero
50 Acentor común
51 Águila calzada
52 Escribano cerillo
53 Mosquitero papialbo
54 Zorzal charlo
55 Ánade friso
56 Ruiseñor común
57 Milano real
58 Estornino negro
59 Paloma doméstica
60 Garceta común
61 Cigüeña blanca
62 Cetia ruiseñor
63 Mito común
64 Carricero tordal
65 Carricero común
66 Ánsar común
67 Porrón europeo
68 Focha común
69 Gallineta común
70 Cuchara común
71 Porrón moñudo
72 Espátula común
73 Cigüeñuela común
74 Chorlitejo chico
75 Garza real
76 Garceta grande
77 Gaviota patiamarilla
78 Archibebe común
79 Cistícola buitrón
80 Garza imperial
81 Aguilucho lagunero

Fotos: Luís Alija

Ánsar común (66)
Tarabilla común (38)
Serín verdecillo (44)
Mosquitero ibérico (10)
Milano negro (34)
Gorrión chillón (39)
Colirrojo tizón (42)
Carricero tordal (64)
Aguilucho pálido (46) y águila calzada (51)

GUÍA DE LAS AVES URBANAS DE LA CIUDAD DE VITORIA-GASTEIZ

Tras casi un año de trabajo intenso, en junio de 2020, publicamos la Guía de las aves urbanas de la ciudad de Vitoria-Gasteiz, gracias a una subvención de la Fundación Vital.
Esta pequeña introducción al mundo de la ornitología no pretende ser un catálogo exhaustivo de las aves de la ciudad sino una manera de acercar a los habitantes de Vitoria-Gasteiz las aves que viven en espacios urbanos, aquellos seres que, para muchas personas, pasan desapercibidos en el barullo y el trajín de nuestra existencia y en nuestra percepción de los espacios que nos rodean.

Guía de las aves urbanas de la ciudad de Vitoria-Gasteiz

Autores:
  • Instituto Alavés de la Naturaleza-Arabako Natur Institutua (IAN-ANI)
  • Brian Webster (idea original, textos)
  • Norber F. Martín (ilustraciones, textos)
  • Ana Isabel Díez Trello (ilustraciones, textos)
  • Beatriz Alonso (Diseño y maquetación)
  • Andoni Llosa (Traducción a Euskera)
  • José Sebastián (Recursos informáticos)

Este proyecto encaja al hilo con el estudio que se está realizando en el Instituto Alavés de la Naturaleza sobre la biodiversidad en los edificios de Vitoria-Gasteiz, ya que hace referencia a las especies afectadas por la creación de nuevas construcciones y que ven limitadas sus posibilidades de reproducción.

La mayor parte de nuestras aves urbanas son especies comunes que han sabido adaptarse a vivir en parques, jardines y otros espacios verdes, incluyendo terrenos abandonados y suelos industriales provistos de la vegetación adecuada, dentro y fuera de nuestros pueblos y ciudades.

Descripción de la guía:

La guía arranca con una introducción a la ciencia de las aves, la ornitología, donde hablamos de su morfología, las diferentes formas de pico, plumajes, estructura ósea, cómo cantan, etc.

Anatomía de las aves - Guía de las aves urbanas de la ciudad de Vitoria-Gasteiz

Hemos incluido un mapa de la ciudad en el que se señala la ubicación de los mejores parques y jardines para la observación de aves.

Parques urbanos de Vitoria-Gasteiz - Guía de las aves urbanas de la ciudad de Vitoria-Gasteiz

Tórtola turca - Guía de las aves urbanas de la ciudad de Vitoria-Gasteiz
Hemos seleccionado las cuarenta y dos especies más comunes de aves que habitan los espacios verdes de la ciudad sin tener en consideración, por tanto, las aves del anillo verde. Y entre especie y especie se intercalan quince paisajes urbanos con su ave asociada.

Guía de las aves urbanas de la ciudad de Vitoria-Gasteiz

En la descripción de cada especie, se ha intentado destacar sus rasgos morfológicos principales: diferencias de plumaje entre machos y hembras, el aspecto que tienen los jóvenes de la especie…, incluyendo en muchos casos dibujos de los huevos y plumas.

Garza real - Guía de las aves urbanas de la ciudad de Vitoria-Gasteiz

En la parte superior derecha de cada página hemos incluido un código QR con un enlace a una grabación (© Eloisa Matheu 1995) del canto o reclamo de cada especie tratada en esta guía, fácilmente legible por un dispositivo móvil que lleve instalado lector de códigos QR. Existen aplicaciones gratuitas para este fin en la plataforma de descarga de tu dispositivo móvil.

Mosquitero ibérico - Guía de las aves urbanas de la ciudad de Vitoria-Gasteiz

DISTRIBUCIÓN Y VENTA:

En un principio, nuestra idea es vender el libro en la sede del Instituto ya que es una forma de dar publicidad a nuestras actividades e instalaciones. Más adelante estudiaremos la posibilidad de venderlo en librerías. Todo lo que se recaude por la venta del libro se destinará al IAN.

Cernícalo vulgar - Guía de las aves urbanas de la ciudad de Vitoria-Gasteiz

Canto del cernícalo vulgar

Mientras continúe la emergencia sanitaria del Covid 19, en las visitas presenciales a la sede del instituto, se recomienda el uso de mascarilla.
1.- Los socios del IAN podrán obtener un único ejemplar al precio de 10 €.
2.- El precio de venta al público, IVA incluido, será 15 €.
3.- El abono se realizará en metálico.
4.- Los ejemplares se entregarán en la sede del IAN los viernes (excepto el mes de agosto) en horario de 18:30 a 20:00.
5.- Cabe la posibilidad de enviar la obra por correo, incrementando en este caso el precio con los gastos de envío.

Avión común - Guía de las aves urbanas de la ciudad de Vitoria-Gasteiz