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MARIPOSAS Y MITOLOGIA

La salida en un principio anunciada para el domingo tuvo que adelantarse al sábado ante las previsiones de mal tiempo, lo que motivó que gran parte de los apuntados no pudieran acudir. Finalmente fuimos seis los entusiastas entomólogos que nos juntamos para disfrutar de estos bellos insectos.


Este año contaba además con la novedad de la mitología clásica que curiosamente está muy presente en los nombres científicos de los ropalóceros. Para empezar por el origen de todo, tocó mencionar a Carlos Lineo: Comentamos un poco su biografía, pero sobre todo, su gran obra, Sistema Naturae, en la que propuso una taxonomía sencilla y una sistemática artificial pero muy atractiva, que enseguida tuvo su reconocimiento y fue adoptada por la comunidad científica. Hablamos de cómo desarrolló la ingente labor de poner nombre a cerca de 12.000 especies animales y vegetales, e indagamos en sus virtudes: la capacidad de trabajo y de observación, el carácter metódico, sus conocimientos botánicos y de cultura clásica y la capacidad de persuasión para

“vender la moto” desde Suecia (y sin internet) al resto de Europa; y también en sus defectos: falta de modestia, creacionismo, su presunta obsesión sexual y la “mala baba”, como lo demuestra el hecho de poner el nombre de uno de sus detractores a una mala hierba.

La mañana en el bosque de Armentia transcurrió muy amena entre capturas y “zulas” (más de éstas que de aquéllas, que todo hay que decirlo, en favor de las aparentemente distraídas y frágiles mariposas) y de mitos griegos, que algunas veces nos certificaban lo apropiado del nombre, como en el caso de las engreídas Piérides, que tras perder su apuesta, las Musas fueron transformadas en urracas, y curiosamente las mariposas del género Pieris son blancas con manchas negras al igual que dichos córvidos; o el satírido Pararge aegeria que habita en el interior de los bosques donde abundan las fuentes, como en la que se convirtió la ninfa Egeria Arginys paphia que podría representar las lagrimas de la plañidera Pafia a la muerte de Adonis, o las colas de los liciénidos del género Satyrium que podrían hacer recordar a los cuernos de los sátiros, híbridos de hombre y macho cabrío. Y también los hubo totalmente desconcertantes como los géneros de los Hespéridos Thymelicus (músico) y Ochlodes (tumultuoso).

de tanto llorar la muerte de su querido Numa. Otros eran mucho más inciertos, como el reverso del ninfálido


El recuento dio un total de veinte especies, con representación de todas las familias principales. Lo mejor (aparte de la caña final) un grupo de Meliteas

confiadas que ajenas a todo se daban un festín de polen de centaureas, e

incluso las hubo que se atrevieron a posarse en los entomólogos.

Especies:

Hespéridos
Ochlodes sylvanus
Thymelicus lineola




Liciénidos
Polyommatus escheri
Satyrium ilicis


Ninfálidos
Argynis paphia
Argynis aglaja
Limenitis camilla
Meitea athalia
Melithea parthenoides


Satíridos
Maniola jurtina
Coenonimpha arcania
Brintesia circe
Melanargia galathea
Ararge aegeria

Papiliónidos
Papilio machaon

Piéridos
Colias croceus
Gonepteryx rhammi
Pieris brassicae
Pieris napi
Pieris rapae

Texto: Raul Martinez

Fotos: Brian Webster

Mas fotos aqui  https://www.flickr.com/photos/118485008@N08/sets/72157645573049841/

Ver la ficha de seguimiento de mariposas de Raul aqui  https://app.box.com/s/d4qxo2hfubouob5uon90

Un paseo botánico por el Cabo de Gata y Andalucía oriental

UN PASEO BOTANICO POR EL CABO DE GATA Y ANDALUCIA ORIENTAL

El pasado 2 de Marzo, partimos hacia Almeria un grupo del Herbario Digital formado por Pello, al mando,Antonio Gonzalez y yo mismo.
Después de un largo viaje de 10 horas, que pasaron volando y nada mas llegar, nos acercamos a la mesa Faro de Roldan, en Carboneras, donde ya enpezamos con plantas como Coris monspeliensis ssp.syrtica y varias más reflejadas en el documento anexo. De postre vimos un gran alacrán.
Al llegar, ya atardecido, al pequeño pueblo de Las Negras (Nijar), nuestra base para posteriores salidas, empezamos a sentirnos como si volviéramos a un lugar añorado sin haberlo conocido nunca, playas, palmeras, rocas volcánicas de antiguas coladas, gente amable y buena cerveza.

El dia 3, después de un copioso desayuno con torrijas y en la terraza, partimos hacia la Rambla de Inox. A pesr del fuerte viento de Poniente, pudimos localizar la Cystanche phelipaea y varias más, en un paisaje propio del Far-West, cortijos abandonados y barrancos solitarios. También intentamos recolectar algunos espárragos silvestres, pero nos desengañamos al lacerarnos todos los brazos. Esa misma tarde, en el cortijo Dacosta, vimos la Osyris lanceolata y posteriormente, tras una larga subida,

azotados por el viento, llegamos a la Torre de los Lobos, donde estaban el Narcissus gaditanus y la Orchis colina. Ya atardeciendo, y mirando el mar, que parecía en ebullición, nos dimos cuenta que eran manadas de delfines saltando. Un dia completo.

El día 4, llegamos al rio Aguas, en el término de Sorbas, y por ahí entramos al Barranco del Tesoro, nombre evocador, pero el paseo puso nuestras fuerzas a prueba, ya que el fondo del barranco estaba cubierto de cañas impenetrables, y la ribera derecha, por donde íbamos subiendo, llena de rocas gigantescas, precipicios y vegetación coriácea. Aun asi, vimos el Antirrhinum controversum y varias plantas más.
Al terminar el remonte del barranco, encontramos el tesoro de Narcissus tortifolis y otras preciosas plantas. Tras un largo recorrido por un paisaje de terrenos brillantes por el yeso cristalizado y profundas simas, llegamos a un providencial puente en ruinas, que, cruzando otro barranco nos permitió llegar al cortijo de Los Yesares, y ya desde allí volvimos al coche y a casa, con el cuerpo agotado, pero con el ánimo alegre por los paisajes únicos que habíamos disfrutado en el karst de Sorbas.

El día 5, según Pello para relajarnos, el plan era un paseo tranquilo desde la Playa de los Genoveses (San José) hasta el faro del Cabo de Gata. Ya en la misma playa, localizamos el Asphodelus tenuifolius.
Siguiendo los acantilados volcánicos de la costa, llegamos a la playa de Monsul, escenario de películas por su belleza y allí vimos la Lobularia libica. Continuando por el interior, con un paisaje de palmeras y agaves y después de muchos kilómetros, viento y sol, llegamos al Cabo de Gata y vimos el Antirrhinum charidemi. El paseito, de 23 km, fue cansado, pero aprovechamos para ponernos morenos y hacer apetito para devorar un cus-cus al que estábamos invitados esa noche.

El día 6, tocaba desierto, concretamente, el de Tabernas, montes y ramblas gigantescas que, aunque de lejos parecían sin vida, poco a poco, nos enseñaron su verdadera belleza. Aparcamos en el Mini Hollywood (el nombre lo dice todo), y allí mismo, en un pequeño barranco vimos el escaso Rosmarinus eriocalyx.
Ya en la Rambla de Tabernas (nada que ver con la de Barcelona), vimos la Forsskolea tenacísima y el Senecio flavus.

El día 7, por la mañana, fuimos a tiro hecho al mismo Cabo de Gata, y, tras una esforzada ascensión, con vistas preciosas a la Bahía de Almeria y unas salinas con flamencos y tras una dura bajada desde el cerro de la Testa y el barranco del Corralete, vimos el Ulex canescens y la Patellaria patellaris. Por la tarde, en la playa de Torregarcia (Retamar),en un paisaje precioso de dunas, nos hartamos de ver el Cynomorium coccineum.

El día 8, tras despedirnos de los amigos de Las Negras, marchamos hacia la Sierra de Cazorla. A nuestra izquierda íbamos viendo la vertiente norte de Sierra Nevada, totalmente blanca. En la subida al Pico Cabañas, y con un paisaje de montañas cubiertas de pinos, vimos el Colchicum triphylum. El camino estaba cortado por la nieve, lo que nos obligo a volver, pero con tan buena fortuna, que en la Sierra de las Villas, en la casa forestal de Las Chozuelas localizamos el Narcissus hedraeanthus. Ya pasado el bonito pueblo de Cazorla, y saliendo de la sierra entre olivares sin fin, llegamos al santuario de santa Maria de la cabeza, donde pudimos reponer fuerzas.

El día 9, la intención era salir pronto para llegar temprano a Vitoria, pero las circunstancias fueron adversas, ya que dando un paseo por los pies del santuario, vimos el Narcissus rupícola y el jonquilla, dos joyas que no se podían quedar sin sus fotos, con lo que al final salimos a las 11, pero, con buena compañía, buena comida y el calor de Andalucia en el corazón, el viaje por La Mancha y Castilla se nos hizo corto y el ánimo nos dice que estamos dispuestos a realizar muchos viajes como este.

Textos de Juan Pedro Solis, fotos de Antonio González y Pello Urrutia

Más fotos en: https://www.flickr.com/photos/118485008@N08/sets/72157642808641753/
Libreta campaña Almería:https://app.box.com/s/bov2kffylllkhe5gfci5