Cuando la belleza toca el cielo, no hay palabras que puedan describirla.
En Gallocanta, más de 15 mil grullas nos han regalado momentos inolvidables para los ojos, para los oídos,…también para el corazón, que desea que espectáculos como estos sigamos conservando mucho tiempo.
Grulla
Gorrión molinero
Gorrión chillón
Aguilucho lagunero
Aguilucho pálido
Escribano palustre
Bigotudo
Ánade real
Pardillo
Jilguero
Cogujada común
Perdiz
Ánade rabudo
Ánade friso
Cerceta
Tarro blanco
Zarapito real
Zarapito trinador
Aguja colinegra
Cernícalo
Ave Fria
Cuchara Comun
Mochuelo
Ratonero
Interpretación geológica de un paisaje diapírico: 08-03-2008
Proponemos salir en el autobús de línea a Salinas de Añana para fomentar el uso de este transporte más sostenible.
Realizaremos un recorrido que nos permitirá identificar los rasgos geológicos más característicos de un paisaje diapírico, aprovechando un tramo del GR-1 alavés. El itinerario discurrirá entre la localidad de Salinas de Añana y el lago de Caicedo-Yuso-Arreo, con paradas a lo largo de este trayecto.
Por la tarde la excursión se completa con una visión etnológica que obtendremos realizando una visita guiada al Valle Salado.
Un domingo de enero que parece primavera. Volvemos a venir a este pequeño y accesible paraíso de aves y ornitólogos. La marea está bajando y nuestra cita con el barco de “Aves cantábricas” está a punto de comenzar. A bordo nos esperan el patrón y el ornitólogo Alejandro García, que como buen guía tiene una templanza y unos ojos que parece que nos pone, para observarlas, las aves “en bandeja”.
Una pequeña pero intensa travesía recomendable para los que aún no sabíamos distinguir entre el zampullín cuellinegro y el cuellirrojo en invierno, o nunca habíamos visto un colimbo, un eider, un negrón, una barnacla carinegra o un tarro blanco. Contamos más de 30 especies diferentes, comiendo, descansando o arreglando su plumaje en los bancos de arena. Aunque el águila pescadora no se dejó ver sabíamos que andaba por allí con sus ojos más vivos y abiertos que los nuestros.
Cuando miras desde el barco la hermosa variedad y cantidad de aves te sientes un poco intruso, un intruso agradecido que observa y disfruta de la siempre sorprendente naturaleza.
Gracias a Alejandro, al amigo Brian (organizador y fotógrafo de la expedición) y a la buena compañía.
* Un dato curioso que aprendimos: el ostrero puede vivir al menos hasta 40 años. Nos preguntamos si su longevidad tendrá que ver con su alimentación… Sería estupendo que los seres humanos no dañáramos su esperanza de vida.
El Instituto Alavés de la Naturaleza-Arabako Natur Institutua (IAN-ANI) es una asociación cultural y científica, de carácter no lucrativo cuyos fines son: El estudio y conocimiento del medio natural;La divulgación de sus conocimientos y resultados de las investigaciones realizadas; La protección y conservación del patrimonio natural.