Archivo de la categoría: Botánica

Herbario digital

La primera salida botánica para realizar un herbario digital transcurrió en Álava partiendo de Castillo de Fontecha por la mañana y rodeando el lago de Arreo por la tarde de un primer domingo de mayo soleado y florido. Capitaneados por Pello Urrutia enseguida nos vimos 12 personas armadas con las claves botánicas, cámaras y libretas estudiando en el carrascal de Fontecha nuestras primeras plantas de la jornada, identificando un arbusto raro, que estaba en flor, nada más llegar, que resultó ser el Agracejo, es decir Berberis vulgaris. Nos dividimos en varios grupos para trabajar a la vez con plantas distintas pero muy pronto nos encontramos todos juntos tumbados sobre un arenal cubierto de plantas anuales variadas como la diminuta Myosotis ramosissima globularis, la más pequeña de las Nomeolvides. La lupa nos fue de gran utilidad para admirar sus pelos uncinados (ganchudos) y, no digamos, al llegar a las orillas del río Ebro, donde había un encinar, estudiar los aquenios, los pequeños frutos que no se abren, de un ranúnculo (Ranunculus paludosus), planta muy rara.

Fue interesante aprender a distinguir la Genista scorpius del Ulex, la Otaka, por la forma del cáliz de sus flores así como admirar la Papaver argemone, una amapola pequeña y de pétalos muy separados, escasa.

La belleza de algunas Cistáceas en flor como la Tuberaria guttata, con sus motas marrones sobre flor amarilla nos hizo escogerla, así como la Jara de suelo calizo, Cistus albidus, con sus flores rosas. Pronto surgieron espectaculares orquídeas como la Cephalanthera longifolia, de un blanco puro y la rara Dactylorrhiza insularis, rara, que produjo gran emoción.

Otra planta sorprendente de las muchas que merecieron nuestra atención fue la Matthiola fructiculosa, que se da en la cuenca del Ebro. Cuando ya creíamos haber colmado el cupo de sorpresas apareció una Ranunculácea que hizo nuestras delicias, una flor muy rara y de una belleza imposible de ignorar, de color morado y aspecto aterciopelado: la Pulsatilla rubra hispánica. Había muchos ejemplares en un espacio pequeño. Cada planta seleccionada sufrió el acoso de muchos fotógrafos, creándose un ambiente de gran intensidad emocional.

Terminamos el paseo por la tarde rodeando el lago de Arreo, donde fotografiamos a la Thymelea ruizii como si se tratara de una estrella de cine, y agotamos nuestros últimos cartuchos por el momento identificando a la Carex flacca. Mientras tanto en el carrizo del lago cantaba el carricero tordal, proclamando con nosotros que era un gran día.

Texto y fotos: Carolina Larrosa
Fotomontaje: Antonio González

Seminario botánico en el barranco del Bortal

Este barranco, muy angosto, se encuentra entre Ziorroga y Barambio, en el parque natural del Gorbea. Atravesado por el rio Bortal, contiene, entre otras, una vegetacion relíctica de la laurisilva terciaria: un bosquete de viejísimos madroños o bortos – Arbutus unedo- que dan nombre al barranco, entre brezos blancos- Erica arborea- y un sinfín de exuberantes helechos que jalonan los diversos ríos y arroyos. Estas especies, reliquias vivientes, han podido sobrevivir desde el Periodo Terciario, debido al microclima templado y húmedo del barranco.

 

También destacamos los bosques de magníficos robles albares – Quercus petraea- marojos -Quercus pyrenaica- y alisedas -Alnus glutinosa.

 

Pello Urrutia, junto con Jaime Ortíz de Urbina y Antonio González, lidera las jornadas de campo donde recogemos pliegos de plantas para su clasificación. Es un privilegio para socios diletantes poder participar en este proyecto ya que se nos brinda la oportunidad de conocer este bosque a fondo desde una perspectiva botánica.

 

Hasta ahora hemos hecho tres salidas, cada una centrada en una zona distinta. En el IAN las plantas, clasificadas y por clasificar, se amontonan. El 7 de septiembre saldremos por última vez. Cuando el proyecto haya terminado este entorno privilegiado quedará plasmado en una memoria del seminario y las plantas determinadas incrementarán los fondos del herbario VIT.

 

María Frías

BOTANICA: ALTOS VALLES DE TRANSICIÓN

El 25 de mayo se realizó el recorrido botánico para la interpretación del paisaje de las comarcas de transición. En total, participaron 32 personas, de los que 21 eran socios. El autobús salió a las 8,30 de la mañana, finalizando a las 20,30.
A lo largo de la jornada pudimos obtener una completa visión de la vegetación de las comarcas de transición; no sólo interesante por la presencia en su flora de elementos tanto mediterráneos como atlánticos, también por la presencia de ciertos notables endemismos. Las especies, ecología y significación de los robledales de suelos profundos de la Llanada, quejigales de los cerros, brezales silicícolas, espacios abiertos de colonización, pastos petranos, rellanos arenosos rezumantes, marojal, turberas y trampales de Izki fueron acercados a los presentes a través de las explicaciones de Pello Urrutia.
A pesar de la lluvia que incomodó las dos primeras horas del recorrido vespertino, se cumplió el plan previsto e incluso se superaron las expectativas gracias a la explosión floral del momento. Genista teretifolia, G. pilosa, Carduncellus mitissimus, Orchis militaris, Arenaria obtusiflora, Carex paniculada o Rhamnus cathartica exhibían su flor mientras que el abedul Betula pendula y las carnívoras Drosera intermedia y Drosera rotundifolia mostraban ya sus inconfundibles hojas.
El recorrido nos aportó también criterios para valorar la importancia de pequeños nichos ecológicos sumamente valiosos; hablamos de las turberas de Izki, a las que ni su situación en un parque natural las ha librado de una bárbara agresión.
Jaime Ortiz de Urbina