El sábado día 22 de junio se celebró en la sede del IAN el taller anual, este año basado en la elaboración de un botiquín natural con plantas medicinales de nuestro entorno.
Las personas interesadas y que solicitaron su inclusión mediante inscripción previa; rebasaron nuestras expectativas por lo que hubo que rechazar a varias debido a la falta de aforo para el buen20 desarrollo del evento.
Por dicho motivo; se está barajando la posibilidad de repetir el mismo taller en fechas próximas.
Al taller asistieron 12 personas de las 16 que estaban admitidas; por lo que se estudia como evitar este tipo de problemas.
El taller se dividió en diferentes apartados, por un lado, Unai nuestro experto alquimista sobre la materia; impartiendo la clase y demostraciones en directo sobre como elaborar los diferentes preparados. Atendiendo a dudas y preguntas sobre la marcha y con la buena disposición de siempre.
Nuestro querido Angon se ocupó de organizar toda la planta fresca con su identificación y mostrando a los participantes detalles de cada planta según el momento.
Contamos con la ayuda inestimable de compañeros del grupo, que de manera desinteresada aportaron la calidez y tareas necesarias para el buen desarrollo del taller.
Como cada año entre varios compañeros se recogió horas antes, planta silvestre fresca de interés, y se colocó en las estanterías con su nombre oculto para invitar a los asistentes a adivinar el nombre científico de cada una de ellas. Achillea millefolium, Lavandula, Asteriscus spinosus, Plantago, Calendula officinalis y un largo etcétera.
En paralelo se elaboró una pomada de caléndula. Explicando usos y propiedades. Una de las grandes pomadas para un botiquín que se precie.
Esta pomada se repartió en tarros adecuados; a cada uno de los participantes y ayudantes, al final de la jornada.
Antes de comenzar el taller, se puso en marcha el destilador con planta fresca de Salvia rosmarinus (romero). Esto se aprovechó a mitad del taller para descanso de Unai y a la vez ofrecer una infusión de Melissa officinalis (melisa) a todos los asistentes.
Todo esto transcurrió en un ambiente muy familiar; con mucha participación de los asistentes; de manera muy distendida, con algunas bromas, anécdotas y risas.
Y la nota alegre de dos jovencitos hijos de una de las parejas, que atendían las explicaciones y la práctica con mucho interés.
Al final del taller; y ya de forma relajada, comentamos los nuevos desafíos ilusionantes que nos traemos entre manos; se reciben con alegría las felicitaciones entre charla amena; algunos refieren intenciones de unirse al grupo de plantas medicinales y se realizan varias captaciones como socios y venta de libros del IAN.
Aunque requieren bastante tiempo de preparación y dedicación de recursos. Estamos encantados de hacer estos talleres que son el germen de futuros compañeros de viaje en este mundo tan mágico y especial de las plantas medicinales y sus aplicaciones prácticas.