Se presenta una iniciativa para reconocer y homenajear la figura del ilustre botánico alavés Pedro Uribe-Echebarría en las J.J. G.G. de Álava.
El 16 de noviembre se presentó en dicha cámara una batería de propuestas a iniciativa de la familia de Pedro Uribe-Echebarría para reconocer la labor científica y aportación a la sociedad alavesa de uno de los fundadores y presidente del I.A.N-A.N.I. Después de varias intervenciones y poco debate, las propuestas fueron rechazadas por 26 a 24 votos, a pesar de la unanimidad verbal al reconocer la figura de nuestro añorado Pedro.
Podéis ver el pleno de las Juntas Generales con la presentación de la iniciativa clicando en en el siguiente enlace:
El 5 de noviembre se celebró en la sede del IAN una charla de “Los viernes temáticos” realizada por Fernando Balerdi sobre “Los sonidos de la Naturaleza” basada en el libro de Carlos de Hita.
Nos juntamos 10 personas que disfrutamos escuchando a pájaros, mamíferos, insectos y anfibios en diferentes escenarios.
Fuimos recorriendo los meses del año, de enero a diciembre, y por medio de los QR del libro y un altavoz escuchamos unos 25 episodios sonoros.
En enero, entramos en una cueva en Ojo Guareña. Nos asustamos oyendo los ladridos de los zorros y los aullidos de los lobos. Escuchamos a las rapaces nocturnas, búho, cárabo y lechuza.
En febrero, oímos a las grullas trompetear en Gallocanta.
En marzo, nos sorprendió el mugido del avetoro en Pitillas y aprendimos que la perdiz corechea.
En abril, oímos las imitaciones que hacen los estorninos y aprendimos las onomatopeyas de la pagañera, el chotacabras cuellirojo, que alguna vez saltó al parabrisas de Pello, y del mochuelo.
En mayo, escuchamos cantar a la abeja reina en su colmena y a diversos anfibios en un tremedal.
En junio, nos sorprendieron los llantos de la pardela cenicienta con fondo de tormenta y el pandemonio de las pajareras en Doñana.
En Julio, escuchamos el pulsar del murciélago y los sonidos reales que emite, impresionantes, comentados por Roberto en relación con la física del sonar.
En agosto, escuchamos a las chicharras y diferentes insectos, como el grillotopo.
La berrea del ciervo anuncia septiembre.
Disfrutamos de los diferentes cencerros que acompañan al pastor en octubre.
Aprendimos que el gamo ronca.
En noviembre, en Santoña, se escuchan a las limícolas y el jabalí recorre el bosque.
Ya en diciembre, los gansos pueblan Villafáfila y los maullidos del lince nos emocionan.
(Crónica de una utilización interesada que produce vergüenza ajena)
El día 18 de octubre se celebró en el Centro de Interpretación de Izki unos encuentros sobre “Biodiversidad y espacio natural” enmarcados dentro de la campaña “Araba in progress” (¿es más importante porque se diga en inglés?).
Esta campaña, según anuncian es una iniciativa que promueve diálogos entre la comunidad científica, la sociedad civil y la administración en los ámbitos de cuidados y acción por el clima.
Objetivos loables “a priori”. El caso es que unos pocos días antes fui invitado a participar como ponente en dicho acto junto con Miren Onaindía, catedrática de Ecología de la UPV y Jose Antonio Galera, diputado de Medio Ambiente de la DFA. Me pidieron una foto y mi currículum e incluso se ofrecieron a brindarme transporte para acudir al acto, cosa que rechacé y me desplacé por mis propios medios.
Antes de aceptar la invitación, tenía el resquemor de que se tratase de un acto propagandístico más que de un verdadero diálogo para conocer y mejorar la realidad sobre el tema anunciado. De todas formas acepté acudir, en representación del IAN-ANI, pues era un momento oportuno para exponer una honda preocupación que nos atenaza durante ya 16 años: la situación del Herbario VIT y su importancia como motor de investigación, divulgación y gestión de temas relacionados con una parte importante de nuestro patrimonio natural: la Flora y la Vegetación.
El acto fue breve pero logré el objetivo propuesto y expuse, espero que con claridad, la situación de la generación de datos sobre la biodiversidad como proceso previo a la gestión de los mismos. La intervención fue grabada y puede verse en:
También acordé con el diputado enviarle una carta exponiéndole por escrito esta situación, cosa que hice unos días después.
Pues bien, tras acabar satisfactoriamente el acto, volví a mi domicilio. Como por la premura del tiempo y de la convocatoria no había tenido noticias de lo que significaba la campaña “Araba in Progress” hice una consulta en internet del significado y dimensión de la misma. Para mi sorpresa al consultar la sesión en la que había participado, comprobé extrañado que sólo se notificaba la intervención de 2 ponentes en el acto, excluyendo al representante del IAN-ANI.
Supuse que se trataba de una falta de actualización de la información y para subsanarlo llamé a los organizadores del acto para corregir dicha omisión. Cuál sería mi sorpresa cuando me responden que “los representantes de la sociedad civil no figuran en la crónica”. La sorpresa se convirtió en indignación ante semejante desfachatez, falta de rigor hacia la verdad y utilización de nuestra asociación.
Ante esta situación, opté por pedirles que “si no había asistido” no autorizaba a que se publicase ninguna imagen ni declaración de mi persona relativa a ese acto. Tras ese órdago, y de mala gana, aceptaron añadir en una escueta línea mi nombre y entre paréntesis (IAN).
Eso fue lo que ocurrió o al menos como lo viví. Vosotros/as os formaréis vuestra opinión.
El Instituto Alavés de la Naturaleza-Arabako Natur Institutua (IAN-ANI) es una asociación cultural y científica, de carácter no lucrativo cuyos fines son: El estudio y conocimiento del medio natural;La divulgación de sus conocimientos y resultados de las investigaciones realizadas; La protección y conservación del patrimonio natural.