Excursión ornitológica a las foces de Lumbier y Arbayún

El pasado 2 de octubre, una quincena de socios y simpatizantes del IAN efectuamos una visita a dos de las más conocidas “foces” del Prepirineo navarro, las de Lumbier y Arbayún, labradas por los ríos Irati y Salazar, respectivamente, al amparo de la Sierra de Leyre. “Foz” es la voz local que designa a los espectaculares desfiladeros fluviales, con acantilados calizos y caídas verticales de varios cientos de metros. Las foces constituyen uno de los rasgos más particulares del paisaje de esta comarca, hasta el punto de que en Lumbier existe un Centro de Interpretación dedicado a explicar al visitante el origen geológico y las manifestaciones de flora y fauna que albergan estos ambientes singulares, dominados por la roca, el agua y las fuertes pendientes.

El itinerario a través de la foz de Lumbier es accesible, corto (apenas 1,25 km de largo) y resulta francamente cómodo. Pero a pesar de la cantidad de personas que lo frecuentan, es posible realizar buenas observaciones de aves rupícolas. La especie más caracterizada es el buitre leonado, que encuentra en Navarra uno de sus principales bastiones ibéricos. Aunque estuvo amenazado en el pasado, la gran disponibilidad de comida procedente de la ganadería extensiva e intensiva, y el cese de la persecución de rapaces que se produjo a partir de los años 80, han permitido que hoy en día la silueta del buitre leonado surcando los cielos sea una estampa común en buena parte de la Península Ibérica (no así del resto de Europa meridional, donde resulta todavía muy escaso). Pudimos observar incluso un ejemplar marcado con una placa alar y código “FNX”, testigo de los programas de investigación que se han puesto en marcha al evidenciarse –paradójicamente- la falta de conocimientos científicos sobre la ecología de la especie.

La senda que discurre a media ladera por la foz de Arbayún es, por el contrario, muy poco transitada. Discurre en algunos tramos pegada a la roca, y no es recomendable para personas con vértigo. Pero a cambio, ofrece un panorama único en un entorno ciertamente salvaje, donde el visitante se siente un poco intruso. Por nuestra parte, nos deleitamos en los vuelos acrobáticos de las chovas piquirrojas y la observación, lejana pero majestuosa, de un águila real. Por desgracia no pudimos ver a la joya aviar de esta región, el escaso quebrantahuesos.

La salida se enmarcó en el “Día de las Aves”, evento anual que promueve Bird Life International con el objetivo de acercar la ornitología y los problemas de conservación de la biodiversidad a los ciudadanos en todo el mundo. Desde el IAN llevamos más de 15 años programando actividades asociadas a esta efeméride, procurando vincularla además a algún tema o campaña sobre conservación de aves o sus hábitats. En 2010 pretendimos relacionar la salida con las aves carroñeras (buitre leonado, alimoche, quebrantahuesos…), tan típicas de las foces navarras, a sabiendas de que SEO/Bird Life iba a declarar “Ave del Año” a una especie de este grupo. Pero curiosamente, la especie finalmente elegida como “Ave del Año” resultó ser el buitre negro, cuyas colonias más cercanas a nosotros se encuentran en el norte de Madrid. ¡A ver si el año próximo somos capaces de pronosticar con acierto la elección!

Texto y fotos: José María Fernández García

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