Hoy voy a centrar mis comentarios sobre la fauna en la que se centra el proyecto en unas aves que llegarán dentro de unos días a nuestras ciudades y pueblos procedentes de África y que parecen como de porcelana: los Aviones y las Golondrinas comunes.
Muchas personas aún las confunden y es por eso que es bueno saber distinguirlas.
Centrémonos en la Golondrina común y el Avión común y dejemos aparte a los demás que no están relacionados con nuestros edificios y por tanto no formarían parte de nuestro proyecto. Las dos especies son voraces devoradores de insectos en exclusiva, principalmente moscas, mosquitos y pulgones lo que las convierte en esenciales para el control de estos insectos. El invierno lo pasan en África al otro lado del Sahara, pero en
primavera aparecen todos los años en nuestros lares instalando sus delicados nidos de barro, en cornisas y establos donde crían dos o tres polladas en función de la disponibilidad de alimento. Están tan relacionadas con las ciudades que su apellido científico es urbicum en el caso del Avión común y rustica en el de la Golondrina.
Los Aviones comunes, Enara azpizuria, son pequeños con el obispillo y vientre blancos y cola corta.
Suelen hacer sus nidos en unos 10 días, en colonias nutridas siendo sus nidos pequeñas semiesferas adosadas a un techo con una entrada en forma de agujero. Producen pequeñas molestias de suciedad debajo de los nidos, fácilmente solucionables con una protección. Son muy fieles a sus puntos de cría.
Normalmente cazan a una altura media, por encima de las golondrinas y por debajo de los vencejos, repartiéndose así los insectos que vuelan a distintas altitudes. Pueden llegar a vivir 14 años.
Las Golondrinas comunes, Enara arrunta, son las más populares y conocidas. Son algo más grandes y estilizadas, con la garganta roja y la cola larga. Es un ave muy estudiada clave en el descubrimiento de la migración de las aves.
Las Golondrinas españolas pasan el invierno en el Golfo de Guinea, África. Suelen criar aisladas unas parejas de otras y sus nidos tienen forma de taza.
Su nivel de alimentación es el más bajo en muchas ocasiones a ras del suelo o del agua. Amplía su dieta con hormigas voladoras, avispas, chinches y pequeños escarabajos.
También muy fieles a su lugar de cría vuelven a él año tras año. Son capaces de criar 8-9 pollos al año de los cuales el 80% muere durante la migración. Pueden llegar a vivir
15 años. Se encuentran en declive en Europa, 27%(1980-2003) debido a los cambios en el uso del suelo, uso de plaguicidas y a las políticas agrarias.
Ambas aparecen como “De Interés Especial” en el Catalogo Nacional de Especies Amenazadas. Sufren problemas de localización de charcas con barro para construir sus nidos y superficies no adherentes en los centros de las ciudades y nuevas construcciones rurales por lo que en las zonas modernas escasean cada vez más, así como la eliminación deliberada de sus nidos con la excusa de que ensucian.
Texto: Jordi Gómez