Estimados amigos del IAN, disculpad la tardanza en relatar la salida extraordinaria del Herbario Digital en busca del narciso perdido, pero todo llega.
PRIMERA JORNADA
Un año más, cuatro socios del IAN, Brian, nuestro presidente, Antonio González, Pello en la organización, y yo mismo, relator y logista, nos lanzamos a la aventura de recorrer media Península para localizar y fotografiar narcisos y otras plantas lejanas.
Partimos el 7 de Marzo, a las 4 de la madrugada, y tras una pequeña parada para reponer fuerzas a base de torrijas, llegamos de amanecida a Collado Hermoso, en Segovia, con una mañana helada y, después de un paseo por los alrededores, comprobamos que el campo seguía todavía dormido, y la floración de los narcisos no había llegado, como era de suponer en esta zona.
Todo seguido, nos plantamos en Peguerinos, bonito pueblo de Ávila. Subiendo un arroyo y por un precioso pinar de P. sylvestris, no encotramos el N. asturiensis, pero si el tempranero Crocus carpetanus , además de amables excursionistas.
Un poco desengañados, marchamos hacia Navamorcuende, ya en Toledo ,y comimos en el Piélago. Solecito y vistas preciosas al valle del Tiétar. Despues de colarnos por una pista forestal prohibida,
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con la excusa preparada, ascendimos al Pico de las Cruces, localizamos el N. rupicola (foto 1 ) y la Romulea bulbocodium.
Desde alli y, sabiendo que el camino era largo, fuimos hacia nuestro primer lugar de descanso, Fuencaliente, en la Sierra Morena de Ciudad Real.
Íbamos cansados y un poco mohínos por el escaso botín, pero al pasar por las lagunas de Ruidera, ya atardecido, vimos un espectáculo de documental de la 2, una zancuda contra el sol poniente, y éste enrojeciendo toda la laguna. Eso bastó para animarnos en el camino a Fuencaliente, famoso por su balneario y sus pinturas rupestres.
SEGUNDA JORNADA
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Ya bien desayunados y descansados, en el mismo término municipal, en Sierra Morena, en las Vaquerizuelas, vimos el N.triandrus ssp. pallidulus, el N. bulbocodium y el híbrido de ambos,el N.x rozeirae. (foto 2) . Punto a nuestro favor.
En el mismo paraje, y siguiendo el arroyo de las Ollas, justo al llegar a su nacimiento, en lo alto de una cascada y entre las rocas, apareció el maravilloso endemismo que buscabamos: N. muñozii-garmendiae (foto 3).Como diría nuestro amigo Jose Ramón : ” essspec-ta-cular.”
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Marchamos hacia el monasterio de Santa María de la Cabeza (foto A) y, después de un par de vueltas por sus alrededores, comprobamos que estaban ya marchitos los narcisos que íbamos a ver, excepto el N. jonquilla, ya localizado el año pasado. Allí mismo comimos, con vistas a Sierra Morena, un comedor panorámico.
Partimos hacia el siguiente destino, Riofrío, en plena sierra de Cazorla, cerca del Parador Nacional.Según íbamos bordeando la sierra, el aire alrededor se puso amarillento, debido a la puesta del sol en el horizonte y todo alrededor parecía dorado, el aire, los olivares y la montaña.Con esta imagen llegamos a un apartamento en Riofrío. Buena cena y a dormir.
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TERCERA JORNADA
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Amaneció el día con un grado bajo cero, pero los paisajes de olivares nos calentaron. Subimos hacia el Parque Nacional de Cazorla (foto B) y en el paraje de Fuente de Acero, entre pinares de P. nigra, se nos acercó un zorro con su espléndido jopo, que, dando vueltas alrededor, parecía reclamar el tributo por visitarle: en cuanto le dimos unos pedazos de pan, nos ganamos su confianza.
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Allí mismo localizamos el N. hedreanthus (foto 4) y bajando hacia el arroyo Guadalentín, el N. longispathus (foto 5), que justo estaba empezando la floración.
Después de comer, dimos un paseo por un barranco cercano al nacimiento del Guadalquivir, la Cerrada de Utrero y vimos la Scilla reverchonii. Nos quedaba un largo camino por delante y partimos hacia Ronda, no sin antes parar enfrente del pueblo de Cazorla para despedirnos de él.
Llegamos ya bien anochecido a Ronda y, aunque cansados enseguida vimos que era una ciudad preciosa . Mañana sera otro día, pensamos: hoy toca descansar en el céntrico Hostal Virgen del Rocío, regentado por un andaluz de Zaramaga.
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CUARTA JORNADA.
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Saliendo temprano, nos acercamos a la sierra de las Nieves, y allí, entre corzos y roquedos calizos, localizamos rápidamente el N. assoanus y el N. bujei (foto 6) y en en lo alto de la sierra, un viejo pinsapar; un paisaje único en toda la Península.
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A la tarde, fuimos, tras un viaje por caminos de cabras, a los Llanos de Líbar, un valle precioso con un fondo amplio y totalmente llano. Después de comer debajo de una colosal encina (foto C), recorrimos todo el valle con un paisaje de praderas verdes, arroyuelos serpenteantes, manadas de caballos, cortijos y vetustas encinas. Allí localizamos el N. cerrolazae (foto 7), Iris planifolia y Viscum cruciatum, con bayas rojas.Bajamos de nuevo hacia Ronda y descansamos.
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QUINTA JORNADA
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Hoy, para relajarnos, sobre todo del esfuerzo de los viajes, damos un paseo mañanero por Ronda (foto D), y quedamos impactados por la belleza de la ciudad y su paisajes al amanecer.
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Partimos y, ya pensando en el sur de Portugal, paramos en Montecorto, Málaga, donde cerca del pueblo, localizamos el N. papyraceus (foto 8), con sus vistosas y olorosas flores blancas .También visitamos al N. cerrolazae, en su localidad clásica, la Barlia robertiana,y la escasa Triguera osbeckii.
Seguimos viaje y ,ya en Huelva, al lado de la desembocadura del rio Piedras y después de muchos paseos, vemos el N.x wickertii (foto 9), con sus “padres” N. papyraceus y N. gaditanus.
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Como íbamos un poco apurados de tiempo, aceleramos hacia Portugal, pero ya anocheciendo, nos detenemos en Albufeira, subimos hasta el castillo árabe de Paderne y, bajando hacia el arroyo que lo circunvala, debajo de un puente romano y en un momento mágico (foto E), vemos el notable endemismo del Algarve N. wilkommii (foto 10), al que tuvimos que fotografiar con flash ya que se nos hizo de noche. Un día fructífero en el que éste último narciso parecía decirnos: “Bem-vindo a Portugal”.
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SEXTA JORNADA
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Ya en el cabo de San Vicente (foto F), el día salió fresco, brumoso y con un poco de viento, pero con vistas maravillosas desde el córner SW de la Península. Además vimos el N. obesus (foto 11) y la Cerinthe gymnandra.
Subiendo hacia el norte y, para desengrasar de narcisos, en Aljezur, cerca de la playa, vimos la Orchis italica, la verdadera Ophrys tenthredinifera , la Scilla monophylla y el eléctrico color azul de la Lithodora lusitanica.
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Al llegar a la península de Troia, atravesamos la desembocadura del Sado, en un ferry (fotos G y H) con el sol entre brumas, pero todavía, y ya anocheciendo, subimos a la sierra de la Arrábida, donde vimos la Gennaria diphylla. La tripulación estaba a punto de amotinarse y nos retiramos por babor. Llegamos agotados al camping donde descansamos esa noche.
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SEPTIMA JORNADA
La mañana salió fresca, pero nada más desayunar, salimos hacia Ferreira do Zezere y justo al lado de
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su cementerio, y sin confundirnos, vimos el N. confusus (foto 12), el más grande del viaje, y un poco más adelante el N. triandrus ssp. lusitanicus (foto 13).
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Ya en Carregar do Sal y al lado de la carretera, vemos el los N. scaberulus, N x carringtonii y el N. triandrus ssp. triandrus, con su intenso olor. (foto I)
Anocheciendo, atravesamos el Miño y llegamos a Ribadavia, donde aprovechamos para reponer fuerzas con pulpo, anguilas y ribeiro. Todo muy rico.
A descansar en la casa familiar de Antonio, en Veronza Mayor, pueblo granítico y precioso de la Galicia profunda.(foto J)
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OCTAVA JORNADA
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NOVENA JORNADA
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Ya nos levantamos con Vitoria en nuestro ánimo, pero aún paramos en A Gudiña, y al lado de la estación vimos el N. asturiensis ssp. asturiensis (foto 15) , que todavía conservaba la escarcha de la mañana y, en Pradorramisquedo, Viana do Bolo, el N. bulbocodium. Paramos a comer en Sanabria y, como de costumbre , en Pancorbo, para ir aclimatándonos. De noche, también como es habitual, en Vitoria y cada uno a su casa.
Posdata
Este viaje, aparte de pasármelo estupendamente, me ha servido para comprobar varias cosas:
que los narcisos son preciosos y diversos; que los paisajes de España y Portugal son espectaculares; que Antonio es un estupendo anfitrión, y no lo digo solo por el orujo y el ribeiro; que Brian es un gran y paciente conductor y que Pello es un maestro organizando este tipo de viajes (4000 km) .
Los detalles técnicos, en el Herbario.
Un saludo para todos
Juan Pedro Solís