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Paseo vespertino

18 de mayo. Paseo vespertino de apenas ¿tres horas? Entorno de Marquínez, Parque Natural de Izki.

¡Demasiados estímulos! Flores, pájaros en el animado trajín de la primavera, mariposas, riachuelos brincando y alborotando tan cargados de agua esta primavera, los mil colores del verde, los mil sonidos en perfecta armonía…. el propio paisaje que lo integra todo… ¿A dónde dirigir la mirada? ¿en qué concentrar la atención?

Hoy, las flores. Si bien cualquiera de ellas merece ser contemplada como una pura maravilla, por alguna razón las orquídeas despiertan una especial fascinación. En esta época están en plena floración y un paseo por el campo puede convertirse en un parar a cada paso.

Un collage de las  trece especies de orquídeas que vimos:

ver fotos individuales
https://picasaweb.google.com/maratonavesapie/Orquideas?authkey=Gv1sRgCP-GtKzWtvPtugE

Como desagravio al resto de las decenas de otras flores que también contemplamos…

No os lo perdáis, salid al campo. Si bien en la naturaleza cada época tiene su propio encanto, la manera en que la primavera estalla en mil colores, formas y sonidos irradia pura vida.

¡Contagiémonos de ella!

Texto: Begoña Zorrakin
Fotografías: Begoña Zorrakin.

Una mirada a la naturaleza a través de la síntesis del dibujo

Creo que a todo@s nos rompió un poco los esquemas Raúl Domínguez en el curso del domingo 19 de mayo “Una mirada a la naturaleza a través de la síntesis del dibujo”

¿Cómo dibujar sin mirar el papel? Concentrando la atención en el motivo y dejando que el lápiz siga la mirada que recorre lenta y atentamente los detalles de una flor, de una hoja…. Casi no podíamos evitar, al menos yo, hacer “trampa” e intentar “hacerlo bien” en el tradicional sentido del término; pero no era lo importante la copia fidedigna sino la propia observación. En el segundo ejercicio ya nos dejó mirar un poco la hoja para hacer coincidir los trazos.

¿Cómo dibujar el movimiento? El baile del agua en un riachuelo, las diferentes maneras que tienen las hojas de mecerse, un insecto…Pues lo hicimos. Y, sobre todo, disfrutamos.

El día, aunque fresco y desapacible, nos permitió aprovechar la mañana en un precioso entorno. Y para el ejercicio final, en una preciosa campera entre bosques atravesada por un riachuelo, nos esparcimos y elegimos un motivo que plasmar. En la campa, concentradas y en silencio, seis personas desperdigas sentadas en sillas plegables con una hoja de dibujo. Imágenes, sonidos y movimientos…  hasta que llegó la lluvia. Algunos llegamos a Marquinez con una buena caladura.

Fuimos seis los encantados artistas que vivimos

esta experiencia: Alberto, Charo y Antonio, Leire, Begoña y Amaia (acompañada por sus dos chicos: Jaime y el pequeño Inar que, dedujimos, también disfrutó de la jornada bien protegido por su padre porque no durmió prácticamente nada y fue todo sonrisotas).

Agradecer a Nick y Begoña que nos acompañaron un rato a la mañana y nos recogieron en su casa al mediodía donde compartimos a cubierto de una muy agradable comida y sobremesa.

Alberto, otro participante, nos relata su experiencia en su propio blog aquí.

Texto: Begoña Zorrakin
Fotografías: Raúl Dominguéz y Begoña Zorrakin.