VOLUNTARIO AMBIENTAL EN RIET VELL

El 20 de marzo pasado me fui a pasar diez días de voluntario ambiental a la reserva natural de Riet Vell, propiedad de la SEO, situada en un antiguo lecho del río, en el Parque natural del Delta del Ebro. Pasé unos días maravillosos, en plena naturaleza, aprendiendo y disfrutando muchísimo de las actividades y trabajos que allí realizamos rodeados de una gran biodiversidad.

La sensación de tranquilidad y de estar rodeados de naturaleza por todas partes era increíble. La reserva es una finca de unas 50 hectáreas, en la que la mayoría son arrozales que se cultivan por la empresa que tienen montada allí y de los que cosechan arroz ecológico. Además, frente al hogar de voluntarios hay una laguna de 7 hectáreas en la que hay una valiosísima avifauna: las especies estrellas son el abundantísimo Calamón, (Porphyrio porphyrio) y la Polla de agua (Gallinula chloropus); también se ven Cigüeñuelas (Himantopus himantopus), algunos Moritos (Plegadis falcinellus), Agachadizas (Gallinago gallinago), Ánades reales (Anas platyrynchos). Hay unos 150 Calamones censados, pero con los prismáticos se pueden contar fácilmente todos los días alrededor de 40. También vi un Rascón (Rallus aquaticus), una especie escasa en otros lugares, pero que en la reserva es frecuente; aunque es difícil de observar, un día conseguí ver a la Polluela pintoja (Porzana porzana); también vi una Aguja colinegra (Limosa limosa). Hay unas pocas fochas (Fulica atra). En cuanto a paseriformes y demás pajaritos pequeños: Golondrina común (Hirundo rustica) (de hecho hizo nido en el observatorio del que disponíamos encima de la laguna y por eso les dejábamos una ventana abierta) y otro dia vi al Escribano palustre (Emberiza schoeniclus) – ave del año 2009-.

Durante esos días realizamos muy diversas tareas, como la de plantar Lirios amarillos (Iris pseudacorus), con el objetivo de repoblar los bordes de los arrozales con esta planta autóctona. Una de las particularidades y ventajas que aporta es que tiene raíces que se entrelazan y que el cangrejo americano no consigue atravesar: así se impide su entrada al arrozal. Primero, pusimos las semillas en unos receptáculos que se hinchaban con el agua y luego, al formarse bulbo, se plantaban. Es una planta con unas flores amarillas preciosas.

Otro día limpiamos de maleza los bordes de las acequias de riego del arrozal. Retiramos unos retoños de Populus alba a los que les había entrado una larva que al crecer el retoño podía alcanzar a los Álamos adultos que hay al lado. Pusimos también entre todos 40 cajas nido en una alameda de ribera junto al Ebro, destinadas al Gorrión Molinero (Passer montanus) y otra de ellas para el Autillo (Otus scops).

 
Dos días tuvimos como tarea censo de aves por la laguna y también por un paraje cercano, de unas antiguas salinas, al lado de la llamada Laguna de la Tancada y la próxima laguna de la Encanyssada. Allí se congregaban montones de aves acuáticas: Flamencos ( Phoenicopterus ruber roseus), Garcetas comunes (Egretta garzetta), Gaviota Patiamarilla (Larus michahellis), limícolas, como los Archibebes comunes y claros, (Tringa totanus y Tringa nebularia), 370 Correlimos menudo (Calidris minuta), Chorlitejos patinegros y chicos (Charadrius Alexandrinus y Charadrius dubius), un Vuelvepiedras (Arenaria interpres), Aguilucho lagunero hembra (Circus Aeruginosus). Seguro que me dejo alguno…
 
Cada fin de semana, un día lo dedicábamos a una jornada para las familias: venía gente y sobre todo niños. Hicimos anillamiento de aves y un ornitólogo les enseñaba muy didácticamente todo acerca de los paseriformes. Nosotros, mientras, nos encargábamos de proporcionarles el uso de los telescopios de los que disponíamos para que disfrutaran en el observatorio. Además, nuestro coordinador de voluntariado, Ignasi Ripoll, les explicaba y contaba curiosidades de la fauna acuática: Cangrejos, Gambusias, Carpas… En fin, unos bonitos días para los niños y sus familias en los que gozaban de la fauna de este privilegiado lugar.
En el anillamiento cayeron varios Mosquiteros comunes y musicales (Phylloscopus collybita y Phylloscopus trochilus), Petirrojos (Erithacus rubecula), Gorriones molineros (Passer montanus), Escribano palustre (Emberiza schoeniclus), y también alguna sorpresa como una Polla de agua (Gallinula chloropus) y el siempre bellísimo Martín pescador (Alcedo atthis).
Por la tarde solíamos tener tiempo libre: algunas veces nos juntamos 4 ó 5 del grupo y aprovechamos para visitar el resto del Delta, como las lagunas Tancada y Encanyssada, antes mencionada, la desembocadura del Ebro, frente a la isla de Buda, la laguna de El Garxal, sin duda el lugar de más cantidad de acuáticas de todo el Delta, por lo menos donde más se veían, aunque bastante lejos. Durante estos paseos vimos Garzas reales (Ardea Cinerea), alguna tímida Garza imperial (Ardea purpurea), Gaviotas reidora y también de Audouin ( Larus ridibundus y Larus audouini), una abubilla (Upupa epops). En el recinto del hogar de voluntarios, teníamos cajas nido de Gorriones molineros y también de abubilla.

Ya terminando, ha sido una experiencia maravillosa, en la que he hecho unas bonitas amistades que espero seguir manteniendo, en la que he aprendido muchísimo y que algún día intentaré repetir allí y en más lugares. Es algo que recomiendo a todo el mundo. Me lo pasé genial.

Texto y fotos: José Javier Frías

Un comentario sobre “VOLUNTARIO AMBIENTAL EN RIET VELL”

  1. Mira que me he encontrado en internet soy Luis estaba contigo esos días en riet vell, que bien me lo pase.
    un saludo.

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