El 25 de mayo se realizó el recorrido botánico para la interpretación del paisaje de las comarcas de transición. En total, participaron 32 personas, de los que 21 eran socios. El autobús salió a las 8,30 de la mañana, finalizando a las 20,30.
A lo largo de la jornada pudimos obtener una completa visión de la vegetación de las comarcas de transición; no sólo interesante por la presencia en su flora de elementos tanto mediterráneos como atlánticos, también por la presencia de ciertos notables endemismos. Las especies, ecología y significación de los robledales de suelos profundos de la Llanada, quejigales de los cerros, brezales silicícolas, espacios abiertos de colonización, pastos petranos, rellanos arenosos rezumantes, marojal, turberas y trampales de Izki fueron acercados a los presentes a través de las explicaciones de Pello Urrutia.
A pesar de la lluvia que incomodó las dos primeras horas del recorrido vespertino, se cumplió el plan previsto e incluso se superaron las expectativas gracias a la explosión floral del momento. Genista teretifolia, G. pilosa, Carduncellus mitissimus, Orchis militaris, Arenaria obtusiflora, Carex paniculada o Rhamnus cathartica exhibían su flor mientras que el abedul Betula pendula y las carnívoras Drosera intermedia y Drosera rotundifolia mostraban ya sus inconfundibles hojas.
El recorrido nos aportó también criterios para valorar la importancia de pequeños nichos ecológicos sumamente valiosos; hablamos de las turberas de Izki, a las que ni su situación en un parque natural las ha librado de una bárbara agresión.
Jaime Ortiz de Urbina
A lo largo de la jornada pudimos obtener una completa visión de la vegetación de las comarcas de transición; no sólo interesante por la presencia en su flora de elementos tanto mediterráneos como atlánticos, también por la presencia de ciertos notables endemismos. Las especies, ecología y significación de los robledales de suelos profundos de la Llanada, quejigales de los cerros, brezales silicícolas, espacios abiertos de colonización, pastos petranos, rellanos arenosos rezumantes, marojal, turberas y trampales de Izki fueron acercados a los presentes a través de las explicaciones de Pello Urrutia.
A pesar de la lluvia que incomodó las dos primeras horas del recorrido vespertino, se cumplió el plan previsto e incluso se superaron las expectativas gracias a la explosión floral del momento. Genista teretifolia, G. pilosa, Carduncellus mitissimus, Orchis militaris, Arenaria obtusiflora, Carex paniculada o Rhamnus cathartica exhibían su flor mientras que el abedul Betula pendula y las carnívoras Drosera intermedia y Drosera rotundifolia mostraban ya sus inconfundibles hojas.
El recorrido nos aportó también criterios para valorar la importancia de pequeños nichos ecológicos sumamente valiosos; hablamos de las turberas de Izki, a las que ni su situación en un parque natural las ha librado de una bárbara agresión.
Jaime Ortiz de Urbina