Botánicos en Plentzia


El domingo 24 de enero tuvimos una reunión muy deseada, por amistosa, con el grupo de botánica de Sestao, ya que nos ayudan con el Herbario digital cada vez más y mejor, y nos la organizaron ellos en Plentzia, paseando por la ría, por  la playa y también por la orilla del mar hasta un fortín. Salió un día magnifico y dejamos las nieblas de Vitoria y de Álava con la del alba llegando a Plentzia prontito. Allí nos esperaban nuestra socia Begoña Zorrakin y un buen grupo de  botánicos y naturalistas del grupo de Sestao. También traían a un amigo de Zumaia, otro naturalista. Se empezó a hablar de botánica y fotografía paseando por el pueblo hacia el omnipresente mar y su luz cantábrica; ya no hubo manera de parar esa conversación entre amigos que se ven poco y que se aprecian mucho.  Nos podéis ver en esa foto en la que no estamos jugando a tapar ni la calle ni el puerto pero lo parece. Abultábamos un poco por las calles aún medio dormidas.

Parecía un día  de verano con un mar azul genciana y un pueblo que invitaba al paseo y a mirar el suelo, a las rocas y  al bajo monte, buscando plantas. Casi nada estaba en flor porque un 24 de enero es aún pronto. Así que pudimos hablar y pasar al intercambio de planes, lugares y calendarios, además del procedimiento para seguir aumentando el catálogo de plantas del Herbario digital Xabier de Arizaga en esta nueva temporada.  Todo, muy relajado. Tras el paseo y  la exploración de la costa caminando hasta una roca con las ruinas de un fortín que se proyectaba en el mar,  nos mezclamos con la gente del pueblo al socaire y en el Socaire para tomar una cerveza y sentarnos un rato.

 
Comimos muy bien en el Eder caia, un restaurante tradicional, con socios, y gran ventanal mirando al mar. Éramos 12 en una mesa redonda y sin duda, si tuviéramos que pensar en un cabecilla como el sajón de la leyenda, un Arturo con sus caballeros, ese era nuestro Pello, sin duda.
Nos recordó a todos los objetivos del Herbario, y el protocolo, y se habló de las fotografías, de las plantas y de los logros. Salimos todos con el entusiasmo renovado, las amistades y contactos revividos  y el placer de haber compartido un día así con tantos sabios risueños.
Se pasó en un suspiro y regresamos a Vitoria y a Álava con una enorme luna llena doce horas más tarde y bien oreados por el Cantábrico  y sus brisas y por ese mar de amigos y compañeros con los que compartir y vivir una pasión.

Texto y Fotos: Carolina Larrosa

Un comentario sobre “Botánicos en Plentzia”

  1. Sí, preciosos día que has retratado muy bonito, Carolina
    Que conste que, aparte de ser socia del IAN, desde hace un par de años colaboro con los botánicos de Sestao… que me pillan más cerquita y son también muy buena gente.
    Un beso alaveses!!!!

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