Kike Pérez de Arriba, guarda de Kanpezu y descubridor de la lorera del barranco de Valderrota, en Kanpezu (PÉREZ DE ARRIBA & URIBE-ECHEBARRÍA, 2014) me comunicó este gran hallazgo y me puso en contacto con Jesús Enjuto, guarda de Artziniega y descubridor de la población.
El domingo 10 de octubre acudí a Artziniega y, en compañía de Jesús, pude ver “in situ” la lorera y hacerme una primera impresión de su extensión y estado.
Las loreras, son poblaciones de loro o laurel de Portugal (Prunus lusitanicus L. ssp. lusitanicus) y constituyen reliquias biogeográficas de los bosques lauroides que cubrían la P. ibérica durante el Terciario. Sus parientes más cercanos los encontramos en Canarias, Madeira y Marruecos (Prunus lusitanica L. ssp. hixa (Willd.) Franco) y Azores (Prunus lusitanica L. ssp. azorica (Mouill.) Franco.
En Álava , y en el País Vasco, las loreras son poblaciones muy raras y localizadas. Sólo conocemos las poblaciones alavesas de Altube, barranco de Katxamoiano, donde perviven poco más de media docena de ejemplares, en una ambiente de sotobosque de hayedo acidófilo y la ya citada en Kanpezu, como sotobosque de un carrascal con boj. En ambos casos en microambientes húmedos y abrigados.
La población de la que ahora damos noticia, ocupa la umbría del monte Otsati (515 m), en Artziniega y el abrigado barranco de la fuente de La Fragua. Es una población que se extiende al contiguo Valle de Mena, en Burgos, y ocupa aproximadamente una 30 Ha. entre los 350 y 500 m aproximadamente.
Lo que más me sorprendió de la población, además de la abundancia del Prunus lusitanica, es que viven en el sotobosque de los singulares quejigales atlánticos de Aiala, casi ocultos bajo la impentrable y espinosa cortina que forman las lianas de zarzaparrilla (Smilax aspera L.) al descolgarse de lo alto de los quejigos. Al aclarar una pista para diversas labores forestales se ha podido llegar a estas poblaciones, hasta ahora de muy difícil acceso.
El quejigal atlántico de Aiala, es un bosque peculiar, mezcla de los quejigales subcantábricos de la Llanada y de los encinares cantábricos. La ya citada zarzaparrilla es la que mejor caracteriza estos quejigales y les da un aspecto exuberante que no tienen los quejigales más meridionales. Junto a estas dos plantas pueden aparecer: Quercus robur, Q. ilex, Fraxinus excelsior, Sorbus aria, S. torminalis, Viburnum tinus, V. lantana, Crategus monogyna, Hedera helix, Rhamnus alaternus, Phyllirea latifolia, Arbutus unedo, Corylus avellana, Rubia peregrina, Tamus communis…etc
Es de agradecer la magnífica predisposición de Jesús ,el guarda, a proteger y cuidar esta lorera. Esperemos que los vecinos y los responsables administrativos estén a la altura en la conservación de este hallazgo.
* PÉREZ DE ARRIBA , E.& URIBE-ECHEBARRÍA, P.M. (2014). Presencia de Prunus lusitanica L. subsp. lusitanica (Laurel de Portugal o Loro) en la cuenca alta del río Ega. Flora montibérica 58:34-44.
Texto y fotos: P. Urrutia