Jornada II 10-03-2019
Temprano salimos hacia Badajoz. La intención era atravesar la Sierra de San Pedro para llegar hasta La Codosera, Badajoz.
En el camino, no pudimos evitar detenernos, para admirar la belleza y sólida construcción del puente de Alcántara, precioso monumento, todavía en uso después de 2000 años, para atravesar el rio Tajo.
Ya en La Codosera, lindando con Portugal, vimos ejemplares atribuibles a N.pallidulus ssp. lusitanicus. Desde allí cogimos camino hacia Oliva de Mérida, para parar cerca de un antiguo cortijo en ruinas, a comer algo y prensar las plantas recolectadas. Allí se nos acercó un aldeano y algún que otro pacífico mastín. Nos comentó que, efectivamente, en esa sierra crecían varios narcisos. Dando un bonito paseo, encontramos el N. confusus, el níveo N. cantabricus y su híbrido el N x olivensis.
Ya anochecía y refrescaba, así que marchamos hacia Mérida, nuestro próximo lugar de reposo. Paramos en un hotelito con decoración árabe y amable recepcionista.
Salida para cenar en un restaurante cercano y, a pesar de nuestra intención de una visita nocturna a la ciudad, el agotamiento de paseos y kilómetros, nos hizo dejarlo para mejor ocasión.
