Nos hemos dirigido a nuestro hotelito, “la posada Los Gallos” en Escalante. Allí hemos cenado y desayunado, todos muy satisfechos, sobre todo los que han dormido en la suite nupcial…
Para el domingo 19 hemos dejado la visita al molino de mareas de Joyel, donde ha aparecido un águila pescadora, ha hecho un picado, ha pescado un gran pez y lo ha tenido que defender de los ataques de las gaviotas en la línea de costa y de las cornejas cuando se ha alejado volando hacia el arbolado. Un regalazo venido del cielo. En el camino de vuelta a los coches ha chillado el rascón.
Café y volvemos a Montehano para buscar la havelda, pero se nos ha resistido.