Archivo de la categoría: Visita naturalística

Categoría creada para crear elementos de la web.

Aizkorri-Aratz

El día 11 de julio dentro de la actividad “Conociendo los Parques Naturales” se celebró la visita naturalística al Parque Natural de Aizkorri-Aratz. La excursión partió de los sondeos de Araia en dirección a uno de los lugares simbólicos de este parque: el Tunel de San Adrian.

Tras visitar esta oquedad, lugar de paso para los peregrinos que se dirigían a Santiago y punto limítrofe entre los territorios alaveses y guipuzcoanos, nos adentramos en la parte alavesa del Parque hasta alcanzar el paraje de Askiola desde donde contemplamos preciosas vistas de la Llanada Alavesa.

Por el camino pudimos observar varios ejemplares de Gentiana lutea, especie incluida en el Catálogo Vasco de Especies Amenazadas bajo la categoría de Rara y que antaño fue recolectada en grandes cantidades por su fines medicinales.

Después de un breve almuerzo comenzamos el descenso hasta el paraje de Mendizabal lugar que alberga un bosquete formado por un considerable número de árboles de elevada edad, con apariencia de haber sido desmochados hace siglos y pertenecientes a la especie Quercus petraea o roble albar. El tamaño y número de estos árboles los hace destacar en el conjunto del País Vasco.

Texto: Izaskun Agirre
Fotos: Antonio Gonzalez y Carolina Larosa

Excursión Naturalística a la Montaña Palentina

Casi siempre en la montaña las condiciones ambientales son ingratas para el ser humano. Unas veces por exceso de frío, de viento o de lluvia y otras por demasiado sol y calor, el caso es que es que parece que el Homo sapiens nunca está a gusto por las cumbres. Y gracias a ello, las montañas representan en la superpoblada Europa uno de los principales refugios de nuestra mermada naturaleza.

El pasado fin de semana del 12 al 14 de junio doce miembros del IAN nos acercamos a la Montaña Palentina, para pasar unas horas en uno de estos privilegiados entornos montañosos. Contábamos además con la ayuda de nuestro amigo y gran conocedor de estos parajes, Javi Franco. Quien no quiso colaborar tanto fue el tiempo, que en esta ocasión se mostró especialmente caluroso y soleado. En cualquier caso, y conscientes de que el sol cincelaría nuestra piel, y la sed nos haría soñar con helados y otros placeres urbanitas, iniciamos el sábado nuestra excursión montañera. El plan era ascender desde Lores hasta la Horca de Lores (2020 m), para luego descender suavemente hasta Polentinos y/o el embalse de Requejada.

El ascenso lo hicimos con la calma que merece el lugar e impone el calor, pudiendo aprovechar para aprender a desenvolvernos en el mundo taxonómico de todas esas Genista y Cytisus que tiñen de amarillo la Cordillera Cantábrica. En la cumbre tocamos el piso subalpino, que nos aportó algo de frescor y excepcionales vistas de Peña Prieta y el Curavacas.

Los pájaros, nuestro principal aliciente, estuvieron discretos, como corresponde a los días de canícula, con fugaces observaciones de pechiazul y un inesperado grupo de golondrinas daúricas en el Embalse.

El domingo el aire fue bastante más fresco, lo que favoreció las observaciones ornitológicas y el paseo agradable. Recorrimos el entorno del Puerto de Piedrasluengas, zona en que alternan pastizales, brezales, hayedos y roquedos. Además de poner a prueba nuestros conocimientos de cantos de aves forestales y observar el resultado de los trabajos del picamaderos negro, pudimos ver algunas especies muy interesantes, como el roquero rojo, el águila culebrera, el picogordo o el bisbita alpino. Pero se nos quedaron otras muy apreciadas como el escribano hortelano, la perdiz pardilla o el pico mediano. ¿Quizás el año próximo?

Texto: Nacho García Plazaola

Fotos: Carolina Larrosa

Viaje naturalístico por tierras de Soria

A primeros de Mayo varios socios del IAN realizamos una excursión naturalística por el frío y austero centro de la provincia de Soria, con el objeto de visitar los sabinares de Calatañazor y la Sierra de Cabrejas. En nuestra excursión contamos con la experta colaboración de nuestro amigo, botánico y gran conocedor de los parajes sorianos, Txemi Olano. Uno de los mayores alicientes de estas sierras son los bosques de sabina (Juniperus thurifera) que cubren varios miles de hectáreas, alcanzando su desarrollo más espectacular en el sabinar de Calatañazor (la Dehesa de Carrillo), bellísimo paraje en el que además del arbolado y de la espectacular floración de algunas plantas como la orquídea Dactylorhiza insularis, pudimos disfrutar con la observación de algunas aves caras de ver, como es el caso del colirrojo real (Phoenicurus phoenicurus) o el búho chico (Asio otus).


Este conjunto de sierras está además horadado por un gran número de barrancos, entre los que pudimos visitar los de el Arroyo de Majallana y el cañón del Boj, lo que nos dio pie a realizar excelentes observaciones de sus comunidades de aves rapaces. Sin duda para todos los participantes el recuerdo más espectacular fue la imagen imposible de una víbora hocicuda (Vipera latasti) tragando una lagartija casi tan grande como ella.


Para rematar la excursión, y tras una breve visita a la localidad de Calatañazor, origen de leyendas sobre antiguas batallas, nos trasladamos al Soto de Garray, cercano a la histórica Numancia. Se trata de un espacio espectacular y de sublime belleza, en el que praderas con enormes fresnos (Fraxinus angustifolia), cuajados de nidos de cigüeñas y rapaces, se alternan con bosques ribereños de abedules (Betula alba) que flanquean las orillas y los viejos cauces del Duero.

La verdad que más que un espacio de vocación pastoril, parece tratarse de una reconstrucción del paraíso bíblico. Pero sin embargo, y aunque resulte paradójico, es posible que ninguno de nosotros vuelva a ver este lugar, al menos como hoy se encuentra. La construcción de una cínicamente llamada “Ciudad del Medio Ambiente”, promovida por varias administraciones y grupos empresariales, y que no pretende más que representar una nueva versión del pelotazo urbanístico, amenaza con destruir en breve y para siempre este excepcional paraje.

Texto: Nacho Garcia Plazaola
Fotos Sabinar y Calatañazor: Brian Webster
Fotos Cañon y Abedules: Bea Alonso