El abrazo botánico de Bergara – IX Asamblea del HDXA

Paseando luego a orillas del río Deba, que a esa hora estaba mimado por la luz de la tarde invernal y seducía con sus modernas y cuidadas casas en la orilla, nos fuimos acercando a la parroquia de Santa Marina, no muy lejos de la de S. Pedro, que al unirse en el pasado medieval formaron la villa de Bergara. Allí cerca, junto al Campo Santo, habíamos dejado los vehículos. Anochecía. Nos despedimos con muchos abrazos de Bergara, por supuesto, llenos del calor de la amistad y el empeño que nos une.